Primero fuimos al Palacio del Príncipe que se encuentra subiendo una gran escalera, con lo que ofrece una hermosa vista de Mónaco desde arriba.
Luego nos dirigimos al punto más famoso y filmado en la historia del Cine Europeo, que es el casino de MonteCarlo y sus lujosos autos estacionados en la puerta (igual, como verán, esa Lamborguini mucho no me gusta, ya que me queda un poco chica, ja, ja, ja)
Mientras recorriamos y nos dirigiamos hacia las playas, pasamos por una exposición de yates acordes al nivel del principado. Todo muy sorprendente para un par de argentos.
Paso siguiente, y luego de la obligada foto en el túnel en donde se corre "el gran premio de Mónaco" de Formula 1 llegamos a las playas.
En principio el agua estaba más fria de lo que esperabamos, pero al rato nos acostrumbramos y fue un placer.
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